~Un Joven Extrovertido~

Empecé a caminar por los distintos lugares de la ciudad, llegando a la playa, calmante y tranquilizadora...

Para cualquiera que no estuviera escuchando a Disturbed en el puto iPod.

Mi mirada se dirigió rápidamente a una chica, con un peinado un poco a lo garçon.

Me acerqué a ella sigilosa como una sombra y la alerté con el sonido del mechero y el humo del cigarro.

No se como, pero para mi no era nocivo.

Vale...

Recurrí a una frase cliché de proporciones bíblicas.

-¿Qué hace una chica como tú en una playa como ésta?

El viento arremolinó mi gabardina, y mi extraño pelo.

-No, no me conoces.

La miré a los ojos, vaya, yo también tenia un ojo de cada color,aunque se notaba poco.

-¿Si no te hubiera hablado no me habrías echado de aquí nada más descubrirme?

Me eché hacia atrás de nuevo y pegué una calada al cigarro.

-Aunque yo es probable que te conozca de oídas.

"Como coño no la voy a conocer de oídas si es el objetivo de los cazadores...joder."

La gabardina se me enrolló en una pierna y la bandera de inglaterra parecía mecerse sola.

Sonreí ante su pregunta,¿quien era yo?, pues el fruto de peligrosas investigaciones para crear a un Dante aliado de los demonios...

Pero ella no tenía porque saberlo.

Utilicé mi voz mas baja y susurrante.

-Mi nombre es...Dante


Cogí el cigarro y lo solté, dio varias vueltas en el aire y cayó al suelo.

Finalmente se apagó cuando lo pisoteé con la bota.

Lancé una media sonrisa y en una aceleración digna de un avió fuí hacia ella, casi a tal velocidad que parecía caminar sobre el agua.

Me sorprendió lo que dijo, pues estaba impresionada por su velocidad, eso quería decir que se trataba de un semidemonio al menos... Enseguida se colocó enfrente mía, como acto reflejo salté con fuerza del agua hacia atrás, con mucha fuerza y energía. Dando una voltereta en el aira me sumergí en las profundidades del mar, observando desde abajo, como él permanecía quieto. Por ello, volví a salir, mucho más lejos de él que antes:

-¿¿Qué demonios haces!!

Le muré furiosa, mi corazón comenzó a latir con fuerza, no quería que mi ser demonio me invadiese, no estaba preparada para tal cambio, así que respiré hondo e intenté tranquilizarme, aunque con aquel chico parecía imposible...

Off: Por favor, Razz, ya hay un usuario con el nombre de Dante, si das ese nombre, tienes que darlo completo. Atte: Bianca Turner.

Reí suavemente.

-Ver como te mueves,puedes llamarme Razielh también.

Pues ella también era rápida.

Aunque me estaba aburriendo un poco.

Pegué un salto bastante fuerte hacia atras.

-Es lo que hay.

Suspiré divertido y la miré.

-Debería matarte, pero no tengo ganas ni tiempo.

Me senté en la húmeda arena mirándola.

-¿Qué?

-Y sí,me encanta mi estilo.

La gabardina se levantó un poco con el frío aire.

-Claro que sé quien eres, y sé que eres bastante poderosa.Pero hasta los fuertes comenten errores.

Oí su comentario de las princesas y empecé a reirme.

-Ya lo sé, pero es muy divertido matar demonios bajos.

Me rasqué la ceja.

-No tengo ganas de matar a una mujer guapa...a su manera.

Aunque esto me vino a la mente tras verla con el vestido mojado.

¿Aún nos e había dado cuenta del pedazo de espadón que llevaba a la espalda?

-No sigo las órdenes de mi gente,¿y esperas que siga las tuyas?

Reí, aún estaba en una posición tranquila, en la húmeda arena, mirándola sin más motivos que ese.

-¿Acaso es una pérdida de tiempo?. pordía hablarte sobre la organización,aunque no...lo considero muy aburrido.

Reí de nuevo.

-Esperaré a que lo descubras tu sola.

-Da la casualidad que un semi-demonio salvó el mundo, un tocayo mío.

Sonreí y me eché el cuello de la gabardina hacia arriba.

-Pero bueno,tampoco es tan divertido ser aceptado, no hay ningún reto en ello.

Giré un poco sobre las botas.

-Hasta los demonios en su propio ambiente a veces no son aceptados.

-Trabajo en esto porque me pagan, y porque tengo una cuenta pendiente con los demonios.

Me miré las botas de piel.

-Se supone, que debía pillarte desprevenida y amtarte por la espalda,pero no lo haré, ni ahora ni nunca.

Sonreí.

-A parte de eso, trabajo en esto porque el Dante original trabajaba en esto.

La miré a los ojos bicolores.

-Sí te lo arrebatan todo,¿no te vengarías?

-Sí, lo voy a perder.

Hice un movimiento, como si me recostara con una pared invisible.

-Además, no me falta el dinero, ni soy débil.Simplemente lo considero innecesario y poco divertido.

Me rasqué el pelo.

-Además, no me interesa que mueras.

-¿Que sentido tendría la vida sin enemigos?

Reí suavemente y me coloqué el pelo.

La espada, convertida en algo parecido a un pequeño puñal descansaba en la espalda,sujeta con una correa.

-Además, eso sería bastante decisivo y no me gusta.

Reprimí el impulso de encender otro cigarrillo.

Sonreí y terminé de oír sus comentarios.

-Claro que sé cual es mi postura,soy neutral...¿pero acaso tu no sigues los...consejos del consejo?

Reí y me senté en la arena,invitándola a la vez a que se sentara conmigo.

-Creéme, mataré si hace falta, pero según mi criterio lo haré por ellas o por ti.


Saqué un cigarrillo.