~Paseo por la Ciudad~

El día casi terminaba, y por ende mi día libre. El estar en el infierno era de por sí deprimente cuando estaba de guardia, por lo que siempre en los días libres me dirigía hacia el mundo humano, hacia donde las bases de resistencia humana se asentaban y me divertía con ella un rato... El cielo se veía oscuro y frío, el único fulgor de luz que había en las calles de la ciudad era el llameante fuego que adornaba cada esquina por donde pasaba.
Por alguna extraña razón estaba con mi forma original, mi cabello se movía con el tenue viento que había, la capa que cubría la mayoría de mi cuerpo se veía manchada de la sangre de los mortales (e inmortales) que sucumbían ante mi, y tampoco me importaba ocultarlo; el dulce aroma a lluvia que había en el aire me provocaba simplemente disfrutar el último momento del día que sería libre de hacer lo que fuera.
Algo me sacó de mis pensamientos. Cuando pasaba por un parque, al lado de una fuente algo en ruinas posicionada en medio de la plaza, que emanaba fuego de donde generalmente debería haber agua, alguien me llamo y me reconoció. Su voz me resultaba muy familiar, por lo que hice caso y me giré para ver de donde provenía aquella voz...
- Si... Así es -me acerqué, apenas importándome que tuviera la ropa manchada en sangre y dando una pequeña reverencia, algunas veces detestaba ser tan formal..-. Soy la Guardia real, Kay Adam. Que extraño encontrarla por la ciudad, Mi Reina... -dije con algo de frialdad característica en mi habla, cuando reconocí quien era aquella persona.

Sonreí al ver que se trataba de Kay. No la había visto muy a menudo, pero siendo de la Guardia Real solía conocer a la gente que trabajaba conmigo:

-No, no. Ahora no estás en tu puesto de trabajo, no hagas reverencia, hoy no soy tu reina, soy una amiga, ¿vale? Así que llámame Bianca, sólo eso -sonreí para que se notase que realmente lo decía en serio, nunca me ha gustado mucho que me consideren mejor que el resto de las personas, y mucho menos por un cargo social, porque eso de Reina... En fin, sólo es un título, en el fondo soy una más dentro de un montón de demonios que habitan el Infierno.

-¿Puedo preguntar que hacías? Yo daba una vuelta, intentando distraerme un poco. Si no tienes nada que hacer... Bueno, queda raro que te lo pida pero, ¿te apetecería dar una vuelta conmigo y charlar un poco? Sin que te sientas comprometida ni nada, ¿eh?

OffRol: Siento el post tan corto, pero no tenía mucho tiempo y no quería hacerte esperar.

Dudé cuando expresó su descontento ante mi forma de expresarme con ella. Siempre había visto a los ocupantes de los cargos importantes, como reyes o reinas, o príncipes y princesas, como meros estorbos para mi plan original. Pero el ver que en realidad, por lo menos uno de ellos prefería ser tratado como los demás me intrigaba y a la vez alegraba... eso significaba una cabeza menos que degollar.

- Claro... -cambié mi apariencia. No había ninguna razón que me atara para permanecer como estaba, por lo que mi aspecto cambió a uno que no llamaba la atención en aquel lugar-. ¿Te molesta que no utilice mi verdadera forma?... -pregunté terminando de cambiarme, mostrándome como una chica de más o menos 1,60 m. de alto, cabello plateado y corto algo desordenado, camisa blanca desabotonada en los dos primeros botones, pantalón jean claro y buso negro de cuello medio alto-. Volvía de mi... "segundo trabajo", por así decirlo... -con una sonrisa de lado-. No me molesta en lo absoluto... También me distraería un poco. El trabajo se vuelve cada día más extenuante... -acoté, acomodando la espada en el cinto y el par de pistolas en mi espalda baja.

(Off: Tardé miles de años pues el trimestre del colegio terminaba y tenía mucho que levantar, además me volví a enfermar y eso significa: reposo sin pc por semanas :S Gomen nee)

Sonreí al ver que daría la vuelta conmigo:

-No me importa para nada la forma que utilices, cada uno es libre de hacer con su apariencia lo que quiera, ¿no? Así que segundo trabajo, ¿eh? Yo también tengo de eso, y mira que tendría que estar todo el día sentada en mi trono viendo como se pasa el tiempo, pero mi mente no me lo permite, todo es demasiado injusto, y yo soy demasiado curiosa y activa para hacer eso.

Realmente no podía dejar que Sia y Nerine se salieran con la suya, y a la vez, le echaba un cable a los cazadores en el mundo humano, que aunque se valían por sí solos bastante bien, nunca venía mal una demonio como yo.

Comencé a caminar y ella me acompañó, recorrimos varias calles mientras charlabamos, era muy agradable estar con ella, por fin podría tener compañía en el castillo, donde estaba más alerta que nunca a los movimientos de la realeza.
-¿Las princesas recurren mucho a ti? Es por enterarme de sus cosillas...

OffRol: No te preocupes, yo estoy ausente porque comenzaron las clases, así que contestaré muy de vez en cuando, está mi post en ausencias por si quieres leerlo, besos =D